Actualidad
Actualidad
Un grito desgarrado.
Tenemos el corazón hecho pedazos. No estamos acostumbrados a esto. Toda nuestra vida en la protectora ha girado en torno a proteger y cuidar a cada uno de nuestros pequeños, y siempre, siempre, hemos podido enorgullecernos de nuestra ínfima tasa de mortalidad. Pero este 2025 nos está destrozando.
Sabemos que la edad no perdona, que una alta prevalencia de animales mayores es la ley de la vida, y aceptamos eso con resignación. Pero es que la realidad que nos golpea va más allá: estamos viendo casos dantescos, llegadas que nos quitan el aliento. Las dos últimas pequeñas que rescatamos estaban sentenciadas, con enfermedades incurables, y se nos han ido. Murieron en nuestros brazos, rodeadas del amor y la empatía que merecían en sus últimos días… solo pudimos susurrarles un perdón ahogado por no haber llegado antes.
Nos desangramos económicamente, gastando el dinero que no tenemos en ingresos e interminables pruebas veterinarias, solo para confirmar diagnósticos de dolor, sufrimiento y una resignación brutal. Ni siquiera tenemos tiempo de presentar estas vidas preciosas al mundo, de darles esa oportunidad que les fue arrebatada.
¿Por qué la gente no pide ayuda antes? ¿Por qué un ser inocente tiene que ser devorado por el sufrimiento y la enfermedad para que alguien, por fin, sienta compasión y busque soluciones? ¡Así solo llegamos tarde! Siempre llegamos tarde.
Vivimos con un nudo en el estómago, una mezcla de rabia impotente y un dolor que nos consume. Pero, sobre todo, una tristeza profunda y lacerante.
Aun así, un inmenso gracias a todos los que están ahí, los que nos sostienen con su apoyo y aliento en medio de esta oscuridad.
No hemos llegado a tiempo…
El corazón nos duele tanto, se nos ha roto en mil pedazos. No pudimos, no llegamos a tiempo, nuestra princesa. Apenas un breve parpadeo, menos de un mes, tuvimos el privilegio de cuidarte. ¡Si hubiéramos podido hacer más! Tantas enfermedades arrastrabas en tus pocos meses de vida que no logramos vencer. Esto es tan injusto…
Adiós, pequeña nuestra, corre feliz y sin dolor en el arco iris.
En memoria de nuestro querido Hocky.
Con un dolor inmenso, comunicamos que Hocky, nuestro querido príncipe, nos ha dejado.
Hocky, tuvimos el privilegio de conocerte, cuidarte, respetarte y, sobre todo, amarte. Nos consuela saber que te dimos el amor que quizás no recibiste en tus años anteriores. Eras parte de nuestros pequeños en el santuario, y en Cuencanimal encontraste tu familia. Nos reconforta saber que no te faltaron ni cariño ni atenciones, tanto en tu día a día en el refugio como de parte de todas las personas que colaboran con nuestra humilde protectora para seres tan maravillosos como tú.
Hocky, eres y serás siempre parte de nuestros corazones.
¡Gracias, Galgos France!
En nombre de cada alma peluda que tenemos el privilegio de cuidar, y de todo el equipo de Cuencanimal, queremos expresar nuestra más profunda y sincera gratitud a Galgos France. Nunca, jamás, nos cansaremos de repetir lo vitales, lo absolutamente esenciales que sois para la vida y el futuro de nuestros queridos protegidos. En cada momento difícil, en cada desafío que parece insuperable, vuestro apoyo es un soplo de vida, un verdadero bálsamo que nos envuelve, haciéndonos sentir no solo queridas y protegidas, sino profundamente conectadas. Con cada gesto, nos demostráis una y otra vez que sois, sin lugar a dudas, nuestras hermanas del alma.
Cada adopción que conseguís es un milagro, una chispa de esperanza que enciende de nuevo nuestra fe en la bondad del ser humano. Sabemos el esfuerzo titánico que ponéis en cada caso, la dedicación inquebrantable para encontrar el hogar perfecto. Gracias a vosotras, hemos visto a nuestros perros encontrar las familias más maravillosas y amorosas que se puedan desear, esos hogares de ensueño que les dan la vida que tanto merecen.
Aunque el tiempo y la distancia nos separen, y echamos de menos con añoranza vuestras visitas, vuestras risas y vuestros abrazos, el cariño que os profesamos permanece intacto, inquebrantable. Es una conexión que trasciende kilómetros y calendarios. Siempre, siempre seréis nuestra mitad, la parte fundamental de nuestro corazón y de nuestra misión.
Con gran tristeza despedimos a Lucho.
Con gran tristeza despedimos a Lucho. Su partida fue inesperada, a pesar de su edad y salud delicada. Este mestizo bello e inocente no encontró un hogar, pero en Cuencanimal tuvo una familia que le dio respeto y cariño hasta el final. Agradecemos a quienes apoyan nuestra labor, permitiéndonos ser el refugio de vidas tan especiales.
Lucho, tu huella queda en nuestros corazones. Adiós.
Adiós a nuestro príncipe Limón.
Con el alma dolorida, despedimos a nuestro adorado príncipe Limón.
A mediados de abril, una sombra cubrió su alegría con serios problemas respiratorios que le arrebataron el apetito y apagaron su aliento. Días de esperanza en la clínica no lograron aliviar su sufrimiento, las pruebas revelaron una masa, un enemigo silencioso. Ante su deterioro y sin un horizonte de alivio cercano, con el corazón destrozado, tuvimos que permitirle descansar… Prolongar su agonía hubiera sido una crueldad impensable.
Durante diez inolvidables años, Limón nos regaló su amor incondicional, reinando en nuestros corazones, amado profundamente fue parte esencial de nuestra familia, era de los más veteranos de nuestro Santuario. Su ausencia deja un vacío inmenso.
Agradecemos de todo corazón vuestro apoyo constante a Cuencanimal.
AMOR INCONDICIONAL SIN PRISAS: Adopta un peque Senior.
AMOR INCONDICIONAL SIN PRISAS: Adopta un peque Senior.
Verlos felices aquí es un bálsamo, una prueba de su espíritu resiliente, pero también una punzada en el alma. Sabemos que sus corazones anhelan una vida más cálida, un reino propio donde sus días se llenen de paseos bajo el sol, de juegos amables y de la seguridad de un hogar que les proteja del frío invierno. Sus vidas, en muchos casos, solo han conocido el rigor del trabajo o el eco solitario de la caza. Se merecen, con cada fibra de su ser, sentir el calor de una familia.
En sus ojos cansados pero llenos de bondad, encontrarás un amor incondicional, una lealtad forjada en la espera. Anhelan pasar sus días a tu lado, ofreciéndote la paz de su presencia y la dulzura de su compañía. Para muchos de ellos, el amor de un hogar es un sueño aún no cumplido, una caricia desconocida. Al abrirles las puertas de tu vida, no solo les regalas un futuro, sino la oportunidad de conocer por fin la plenitud del afecto.
Aseguramos que la experiencia de amar a uno de nuestros pequeños senior es inolvidable. Su gratitud silenciosa, su sabiduría pausada y su amor incondicional te tocarán el alma de una manera profunda y especial. Dales la oportunidad de ser los reyes de tu hogar, y a cambio, recibirás un amor leal y eterno. No olvidemos que cada día en el exterior es un invierno para sus corazones y un suspiro menos en sus vidas.
Ábreles tu hogar, ábreles tu corazón.
El Corazón Valiente de Safira: un rabito que nos recuerda su fuerza.
A veces, la vida nos pone a prueba de formas inesperadas. Safira, nuestra dulce y enérgica perrita, nos dio un susto tremendo. Al llegar al refugio, encontramos su rabito malherido; un accidente, quizás un golpe jugando con la caseta o el vallado. El diagnóstico fue claro: amputación parcial. No había alternativa.
Como sabéis, no escatimamos esfuerzos por nuestros peludos. La operación de Safira costó 480 euros, un golpe duro para nuestros recursos, pero ¿cómo no hacerlo por ella?
Safira es una guerrera. A pesar del dolor, nunca se quejó, aceptó las curas con una paciencia infinita y sigue siendo esa perrita feliz que nos alegra cada día. Su valentía nos inspira y nos recuerda por qué amamos lo que hacemos.
Compartimos esta historia con vosotros, nuestra gran familia, porque sabemos que entendéis el impacto que estos gastos tienen en nuestra labor. Cada ayuda, cada gesto, nos permite seguir cuidando de Safira y de tantos otros animales que nos necesitan.
Gracias por estar siempre ahí, apoyando cada paso de este camino. Juntos, hacemos la diferencia en la vida de Safira y de muchos otros corazones peludos.
Adiós, pequeña Neri, nuestra abuelita Neri de Cuencanimal, tu partida nos deja un vacío inmenso.
Cada vida es un destello único e irrepetible, y la tuya iluminó nuestros corazones durante cinco maravillosos años. La edad y las enfermedades son implacables, te dieron muy poquita tregua… pero conociste el mejor hogar deseado durante tu larga estadía en acogida. Conviviste con tu maravillosa mami de acogida que te ofrecía todo el amor del mundo, sin importar el tiempo que te quedara, aceptando tu enfermedad con valentía y compasión. Pero el destino, cruel e injusto, te negó más tiempo, la enfermedad y la edad te arrebataron más tiempo de felicidad.
Neri, tu presencia era un bálsamo para el alma, tu mirada, profunda y conmovedora, nos invitaba a protegerte, a amarte sin reservas. Y tú respondías a cada muestra de afecto con gratitud y dulzura. En Cuencanimal, descubriste el respeto y la paciencia, el cariño sincero de nuestro voluntariado, que te arroparon con amor y esperanza.
Te queremos, Neri, con todo nuestro corazón. Tu recuerdo, imborrable, habita en cada rincón de Cuencanimal, un vacío que jamás podremos llenar. Vuela alto, pequeña alma, descansa en paz.