Cada 1 de febrero se celebra en toda España el Día Mundial del Galgo. La fecha no es casual: tiene que ver, precisamente, con el final de la temporada de caza con esta raza de perros, tras el que se produce una oleada de abandonos por todos los territorios donde se practica. Fundamentalmente, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura. En el mejor de los casos, los animales acaban en albergues o protectoras en busca de un nuevo hogar. Otros muchos acaban sus días arrojados a pozos, ahorcados o con una bala alojada en el cráneo: como meras herramientas que son, serán reemplazados por otros más jóvenes y veloces.