Tres casos así en una protectora te desbarajustan el presupuesto anual… pero eso es lo de menos, contamos con personas maravillosas que creen en nuestro trabajo y nos respaldan SIEMPRE. El problema es cómo se te rompe el alma, como desgarra por dentro este sufrimiento gratuito que estos ángeles no se merecen, un sentimiento de frustración, de impotencia, ¿solo queda llorar?… pues no nos da la gana, estamos aquí por y para ellos, porque la sociedad no es justa, porque falta seguir removiendo conciencias, porque creemos firmemente en nuestro compromiso, porque cada vida importa. Preciosos Keops, Lucho y Viggo, habéis tenido un muy difícil pasado, pero a partir de ahora nunca más hambre, frío, dolor ni soledad, Cuencanimal es vuestra familia a la espera de llegar esa especial familia adoptiva, y si no llega aquí nos tenéis para siempre, a Cuencanimal y a todas las personas que creemos en vosotros.