Caracter:

Llegó al refugio como una sombra, envuelta en un manto de miedo. Su alma, marcada por traumas profundos, la había convertido en una solitaria recluida en sí misma. Tan intensa era su angustia que parecía imposible vislumbrar un futuro más allá de las rejas de su jaula. Por todo ello la clasificamos como «Santuario». Con paciencia y cariño, las cuidadoras intentaron tender puentes hacia su alma, con pequeños gestos, caricias suaves y palabras tranquilizadoras… fueron los primeros rayos de sol que penetraron en su oscuridad. Sin embargo Sombra se aferraba al miedo con uñas y dientes y evolucionaba muy despacio. Fue entonces cuando una cuidadora, con un corazón tan grande como el mundo, decidió abrir las puertas de su hogar a esta alma perdida. En la intimidad de un hogar, lejos del bullicio del refugio, Sombra comenzó a florecer lentamente. Aprender a confiar fue un proceso arduo y doloroso, pero con cada día había pequeñas victorias, estuvo acogida 4 meses, todo ese tiempo trabajando para dejar ver su lado más amable y cariñoso, dejar atrás sus traumas y dejarse querer. Con ella todo costaba más, dentro de casa era cariñosa y siempre pegada a las personas, buscando mimos, aprendió a entrar y salir de casa al jardín muy bien con premios. El mundo exterior seguía siendo un lugar hostil para ella. Las caminatas eran un suplicio, cada ruido, cada movimiento la llenaba de pánico. Pero con paciencia infinita, su cuidadora la acompañó paso a paso, convirtiendo cada salida en una aventura, como en el exterior se quedaba totalmente bloqueada, sólo andaba un poco cuando veía que volvía dirección a casa, entonces cada vez que salía se le llevaba en brazos y poquito más lejos, poco a poco fue avanzando en el paseo y al final ya salía desde casa andando sola (siempre con medidas extremas de antiescape, es importante correa metálica porque la muerde muy eficazmente, y con perros equilibrados que le acompañan). Tras todas estas mejoras en su comportamiento en acogida Sombra regresó al refugio, era un paso más para su evolución, seguir trabajando en su socialización, pero estamos comprobando que no es bueno para ella, está volviendo a sus anteriores comportamiento de aislamiento de las personas, se relaciona con los peques que más rechazan el contacto humano, sigue existiendo ese buen vínculo con las cuidadoras, pero cada vez más distante… En el coche va bien, y para cuidados veterinarios es necesario forzarla (no nos gusta pero es necesario). Por todo ello vemos una necesidad que Sombra conviva en un hogar, ahí es donde es feliz, está tranquila, en una familia comprensiva y paciente ella es tan cariñosa, una maravilla, un ser excepcional que se merece lo mejor que la vida pueda ofrecerle. Sombra se lleva genial con con sus iguales, la manada es la que siempre la ha ayudado en su traumas, acompañada se siente segura y ahí puede enfrentarse a situaciones y momentos estresantes, pero también es cierto que esa manada debería ser de miembros «equilibrados», ella si puede se junta con los más temerosos y copia sus comportamientos retroalimentandose entre ellos reforzando sus traumas. Con las personas cuando establece esa confianza es una delicia, pero es selectiva y no se esfuerza en conocer gente nueva, rechaza a las personas inicialmente. Siempre va a ser una podenquita que ha sufrido y habrá que establecer a diario con rutinas buenas ese refuerzo del vínculo.

Historia:

Aparecieron tres podenquitas asustadas y temerosas en un pueblo, fueron rescatadas en manada Garüa (la mama ya adoptada) y Sombra, las metieron en la plaza de toros hasta que las recogimos en la protectora, y 21 días después con jaula trampa volvimos a rescatar a la hermana de Sombra: Llovizna. Sin chip y nadie que las reclame, «podenco» en España es igual a «caza», no han tenido un hogar digno, desde entonces están a salvo en nuestro refugio.

Actualidad:

Ahora hemos decidido, tras el gran descubrimiento y avance que es para Sombra una casa de acogida, que creemos que es su gran oportunidad de buscar una familia adoptiva. Nuestros esfuerzos van enfocados a conseguir el objetivo de que se sienta en paz y querida, con la mayor calidad de vida posible, y Sombra para ello necesita un hogar. Esta princesa se desenmascaró y rindió en una una familia estable, con rutinas buenas, pidiendo afecto, compañía y relax. Sombra es una perrita especial, con una historia que la ha marcado profundamente. Para seguir avanzando necesita una casa, el contacto cercano y diario. Siempre será desconfiada y se asustara en ciertas situaciones, pero dentro de su círculo de confianza se relaja y confía. Somos conscientes de que, a veces, es muy difícil, es el caso de Sombra, llegó rota por sus experiencias pasadas… Es ahí donde Cuencanimal nos convertimos en su familia, somos sus compañeros de vida, aquí está en paz y feliz, pero no nos resignamos, sabemos que hay una familia perfecta por ahí para ella, necesitará ayuda muy comprometida y experimentada, con unas características óptimas de vivienda, compañeros perrunos equilibrados, tiempo de dedicación… y juntar todos estos factores sabemos que es complicadísimo, pero buscamos y buscamos, la mejor familia para Sombra llegará, una familia comprensiva y paciente, dispuesta a ofrecerle el amor incondicional que se merece. Con ella podrá seguir floreciendo y convirtiéndose en la maravillosa compañera que es.

NOTA PARA ADOPTANTES: Técnica de rescate experimentada, no se cogió fácilmente y en un futuro sería difícil un nuevo rescate. Extremar precauciones anti-escape en periodo de adaptación a la familia.

Nota para adoptantes: Si quieres adoptar a Sombra escríbenos a adopciones.cuencanimal@gmail.com, te explicaremos todas las medidas necesarias para con ella, es una podenquita que necesitará trabajo constante por su alta sensibilidad.