Caracter:

El comportamiento de Llovizna a evolucionado positivamente durante todos los meses que lleva en la Prote, llegó tan aterrada que la «clasificamos» como perrita de Santuario, estaba tan reticente de aceptar cualquier tipo de interacción que veíamos imposible una adopción para ella, su trauma necesitaba amor y paciencia antes de plantearse un cambio y adaptación nuevo, siempre pensando en su bienestar y necesidades emocionales. Cuando se empezó a trabajar con ella con pequeños ejercicios, nunca agresivos ni invasivos, se vio la necesidad de un trabajo más estrecho y frecuente, y eso con el trabajo diario que requiere el refugio era inviable, por ello su cuidadora tomo una decisión personal y muy generosa de llevársela a su casa acogida. Fue ahí donde Llovizna empezó a relajarse, a estar tranquila, a dejar ver su lado más afectivo. El cambio fue espectacular dentro de una casa con una persona que conocía (su cuidadora en el refugio), se sentía segura y surgió una perrita super cariñosa, buscaba el contacto y pedía mimos, se  dormía tranquila en el sofá con esa familia de dos personas y más perros. Con la correa se comenzó el trabajo en el jardín (sitio muy seguro con buen vallado), con la confianza que sentía hacia su cuidadora, y con la ayuda de el resto de perros de esa familia avanzó rápido y muy bien, luego al empezar a salir al exterior en los paseos (siempre con medidas extremas de antiescape), ante cualquier ruido o persona que viese a lo lejos se asustaba e intentaba huir, poco a poco fue cogiendo confianza en zonas tranquilas y de campo. Tras todas estas mejoras en su comportamiento en acogida Llovizna regresó al refugio, era un paso más para su evolución, seguir trabajando en su socialización, pero estamos comprobando que no es bueno para ella, está volviendo a sus anteriores comportamiento de aislamiento de las personas, se relaciona con los peques que más rechazan el contacto humano, sigue existiendo ese buen vínculo con las cuidadoras, pero cada vez más distante… En el coche se marea un poquito, y para cuidados veterinarios es necesario forzarla (no nos gusta pero es necesario). Por todo ello vemos una necesidad que Llovizna conviva en un hogar, ahí es donde es feliz, está tranquila, es muy cariñosa, una muy buena perrita inocente que la vida no le ha enseñado más que a intentar sobrevivir. Llovizna es una podenquita muy sociable con sus iguales, la manada es la que siempre la ha ayudado en su traumas, acompañada se siente segura y ahí puede enfrentarse a situaciones y momentos estresantes, pero también es cierto que esa manada debería ser de miembros «equilibrados», ella si puede se junta con los más temerosos y copia sus comportamientos retroalimentandose entre ellos reforzando sus traumas. Con las personas cuando establece esa confianza es una delicia, pero es exquisita y no se esfuerza en conocer gente nueva, rechaza a las personas inicialmente. Siempre va a ser una podenquita que ha sufrido y habrá que establecer a diario con rutinas buenas ese refuerzo del vínculo.

Historia:

Ahora hemos decidido, tras el gran avance de esta bella podenquita en su etapa acogida, que por fin puede contar con su oportunidad de buscar una familia adoptiva. Nuestros esfuerzos van enfocados a conseguir el objetivo de que se sienta en paz y querida, con la mayor calidad de vida posible, y Llovizna para ello necesita un hogar. Esta podenquita floreció en acogida, en una familia estable, con rutinas buenas, reclamando afecto, siendo muy divertida, descansando tranquila… incluso llegando a disfrutar paseos en zonas tranquilas, esa etapa de Llovizna nos enamoró aún más de ella, verla plena fue un regalo. Para seguir avanzando necesita una casa, el contacto cercano y diario. Siempre será desconfiada y se asustara en ciertas situaciones, pero dentro de su círculo de confianza se relaja y confía. Somos conscientes de que, a veces, es muy difícil, es el caso de Llovizna, nos llegó rota por sus experiencias pasadas… Es ahí donde Cuencanimal nos convertimos en su familia, somos sus compañeros de vida, aquí está en paz y feliz, pero no nos resignamos, sabemos que hay una familia perfecta por ahí para ella, necesitará ayuda muy comprometida y experimentada, con unas características óptimas de vivienda, compañeros perrunos equilibrados, tiempo de dedicación… y juntar todos estos factores sabemos que es complicadísimo, pero buscamos y buscamos, el ángel que adopte a Llovizna llegará, esa es nuestra ilusión.

NOTA PARA ADOPTANTES: Técnica de rescate experimentada, no se cogió fácilmente y en un futuro sería difícil un nuevo rescate. Extremar precauciones anti-escape en periodo de adaptación a la familia.

Actualidad:

Gracias a las madrinas y padrinos podemos dar sustento y cuidados a estos seres tan maravillosos. Se lo merecen. Nuestro esfuerzo es que se sientan en paz y queridos, con la mayor calidad de vida posible. Sólo con verlos echarse una siestecita al sol, sin estar en alerta constante, es nuestra recompensa; y esto, las madrinas y los padrinos lo saben y nos ayudan, colaboran económicamente con donaciones. Gracias a estas donaciones podemos seguir dándoles un espacio vital que colma sus necesidades, reciben ayuda profesional y cuidados de voluntariado sensibilizado y paciente. Cada vida es única e irrepetible, y esto nos une a Llovizna.

Nota para adoptantes: Si quieres adoptar a Llovizna escríbenos a adopciones.cuencanimal@gmail.com, te explicaremos todas las medidas necesarias para con ella, es una podenquita que necesitará trabajo constante por su alta sensibilidad.