Con un dolor inmenso, comunicamos que Hocky, nuestro querido príncipe, nos ha dejado.
Hocky, tuvimos el privilegio de conocerte, cuidarte, respetarte y, sobre todo, amarte. Nos consuela saber que te dimos el amor que quizás no recibiste en tus años anteriores. Eras parte de nuestros pequeños en el santuario, y en Cuencanimal encontraste tu familia. Nos reconforta saber que no te faltaron ni cariño ni atenciones, tanto en tu día a día en el refugio como de parte de todas las personas que colaboran con nuestra humilde protectora para seres tan maravillosos como tú.
Hocky, eres y serás siempre parte de nuestros corazones.
