Andy pide tooooodas las caricias del mundo para él, no es nada vergonzoso, pide sin fin, con una energía desbordante y con afán de protagonismo, eso sí: cuando lo tocas se calma, ahí recibe y transmite toda la paz del mundo. Tiene mucha energía es jovencito y su raza/tamaño también invitan a su enorme actividad, lo intentamos cansar, jugando, paseando (tiene que mejorar con la correa que acepta perfectamente), con atenciones y cuidados, pero su batería no se acaba, jeje. Le gusta controlar su espacio, cuida los cuencos de comida, también es tranquilo en el coche, incluso se ha dormido en algúin traslado. Se relaciona bien con los compañeros, pero aun lo socializamos bajo supervisión porque sabemos que esa energía que proyecta a veces puede ser mal entendida por diferentes caracteres, poco a poco va comprendiendo que no es el protagonista. Con el voluntariado, y con cualquier persona de la raza humana se desvive por interactuar, un peque muy amoroso!
Historia: Solito, desesperado, sediento y hambriento buscando alguna persona amable, así llegó Andy a la puerta de una entrañable colaboradora con Cuencanimal, ella lo acogió pacientemente hasta que pudimos hacerle un huequito a este peque tan simpático.